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Delivery drones test the new layer of urban mobility.

Drones en la ciudad: ¿están los cielos urbanos listos para convertirse en la próxima capa de movilidad?

Párate en cualquier esquina concurrida y lo puedes sentir: la movilidad urbana está cambiando. Bicicletas y patinetes eléctricos pasan velozmente, los autobuses funcionan con energía eléctrica y, si los planificadores tienen éxito, pronto aeronaves pequeñas transformarán el aire por encima en una nueva capa de transporte. Los drones y los taxis eléctricos de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL, por sus siglas en inglés) prometen transportar medicinas, comestibles y eventualmente personas, mientras alivian la presión sobre las carreteras congestionadas. Las preguntas ahora son: ¿dónde está funcionando esto?, ¿cómo escala?, y ¿quién está redactando las reglas?

De hecho, apenas el mes pasado la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido (CAA) publicó una investigación que identifica riesgos de seguridad clave y posibles soluciones para la integración de eVTOL en el espacio aéreo británico, enfocándose en la integración del espacio aéreo, operaciones de vertipuertos y supervisión de la automatización. El estudio de 18 meses de Análisis de Proceso Teórico de Sistemas (STPA), realizado con el WMG de la Universidad de Warwick y el eVTOL Safety Leadership Group, usa un enfoque de pensamiento sistémico para encontrar peligros y brechas de seguridad en la interacción entre aeronaves, hardware, software y humanos, proporcionando un documento vivo para guiar el sector de Movilidad Aérea Avanzada (AAM).
 

De proyectos piloto al servicio diario

En los Estados Unidos, el progreso más tangible centrado en drones está en el campo de la logística. Wing (de Alphabet) y Zipline están ampliando redes de entrega suburbana que realmente resultan útiles. Las asociaciones de Wing con Walmart y DoorDash se están desplegando en ciudades importantes, como Dallas-Fort Worth, y la empresa afirma que rutinariamente entrega pequeñas cestas (piensa en huevos, toallitas para bebé, ingredientes olvidados) en menos de 20 minutos. Zipline, por su parte, ha convertido años de experiencia en entregas médicas en despliegues urbanos en EE. UU.; logró un hito clave de operaciones fuera de línea visual (BVLOS) con la FAA en Salt Lake City, Utah, y ha realizado más de un millón de entregas autónomas en todo el mundo.
 

Decenas de cajas de envío en un centro de fulfilment con múltiples drones listos para entregar paquetes.
La última milla a escala: los almacenes automatizados y el fulfilment con drones están cada vez más cerca.
 

El Reino Unido está construyendo algo similar con un tinte de servicio público. El programa CAELUS de Escocia, respaldado por el NHS de Escocia, aeropuertos y proveedores UTM, completó amplias pruebas en vivo en 2024, trasladando muestras de laboratorio y medicinas entre hospitales, reduciendo tiempos de viaje de horas a minutos y demostrando la gestión del espacio aéreo necesaria para escalar. En la costa sur de Inglaterra, los ensayos de Solent Transport han demostrado entregas médicas rutinarias a través del agua hacia la Isla de Wight y ahora están impulsando operaciones BVLOS bajo supervisión de la CAA para explorar servicios permanentes.

Enfermera colocando un paquete médico en un dron de Skyports durante una prueba de CAELUS en Escocia.
La logística médica demuestra el valor: los ensayos de CAELUS conectan hospitales con entregas por dron.
 

El programa CAELUS de Escocia, respaldado por el NHS, aeropuertos y proveedores UTM, completó amplias pruebas en 2024, trasladando muestras y medicinas entre hospitales y reduciendo trayectos de horas a minutos.

El puerto de Amberes–Brujas, en Bélgica, ha emergido como un laboratorio viviente para el uso industrial de drones: vigilancia, transporte de paquetes, medicina e inspección han sido posibles bajo un marco U-space/UTM en evolución, con miles de operaciones registradas y el país preparando su primer espacio aéreo U-space designado sobre el puerto. El prolongado programa “Medifly” de Hamburgo está escalando transportes médicos entre hospitales mientras Alemania convierte lecciones de sandbox en planes nacionales de despliegue U-space.

Singapur y la región más amplia de Asia también están ocupados demostrando casos de negocio. Junto con su conocida pragmática del tráfico aéreo, Singapur ha realizado recientemente entregas marítimas exitosas con drones —muestras de combustible de y hacia buques anclados—, anticipando redes logísticas ciudad-puerto que evitan por completo la congestión vial.

 

Taxis aéreos: promesa, progreso y dolores de crecimiento

Transportar personas, no paquetes, es el “gran objetivo”. Podría parecer demasiado ambicioso, pero en los años 60 llegar a la luna era el objetivo original. París captó titulares mundiales al planear demostraciones de eVTOL durante los Juegos Olímpicos de 2024 y, aunque la certificación comercial completa no llegó a tiempo para los Juegos, Volocopter realizó misiones de demostración —una señal importante de que el hardware y la infraestructura terrestre (vertipuertos) están madurando, incluso si los plazos regulatorios siguen siendo estrictos.

Dubái ha tomado un camino más audaz: un acuerdo vinculante con Joby Aviation para lanzar servicios de taxis aéreos, con derechos exclusivos por seis años y autoridades municipales (RTA, DCAA, GCAA) alineadas en infraestructura e integración. El plan apunta a operaciones comerciales en 2026, aprovechando el hábito de Dubái de pasar rápidamente del piloto al despliegue. Seúl, mientras tanto, ha bosquejado una hoja de ruta para una “economía de baja altitud” con servicios UAM hacia 2030 y cobertura metropolitana para 2040, basándose en pruebas de corredores que conectan aeropuertos y ciudades satélite.

Estos esfuerzos comparten dos realidades: la aceptación pública crece cuando la gente ve vuelos seguros, y la certificación es ardua. Las demostraciones compran credibilidad; las operaciones robustas y repetibles ganan confianza.
 

Dubái ha dado un paso más: acuerdo vinculante con Joby Aviation para lanzar taxis aéreos, con exclusividad por seis años y autoridades alineadas en infraestructura e integración.

 

Las reglas de la (vía) aérea

Si la primera ola de micromovilidad trató sobre el diseño de calles, la ola de drones se trata del diseño del espacio aéreo. En Europa, el marco clave es el “U-space”, un conjunto de regulaciones y servicios que permiten operaciones de drones de alto volumen, especialmente BVLOS, mientras protegen a otras aeronaves y a las personas en tierra. Las reglas entraron en vigor oficialmente en enero de 2023 mediante los Reglamentos (UE) 2021/664–666, y EASA ha publicado “Reglas de Acceso Fácil” para ayudar a autoridades, proveedores y operadores a implementarlas coherentemente.

 

Operador de dron con casco usando un control remoto mientras un cuadricóptero despega al atardecer.
Primero la seguridad: operadores certificados y corredores claros son cruciales para escalar.

Las aplicaciones reales avanzan de manera desigual, pero la dirección es clara: áreas designadas de U-space con proveedores de servicios certificados, servicios de información comunes y autorizaciones digitales que hacen que el espacio aéreo bajo de una ciudad funcione más como una infraestructura gestionada que como un espacio libre. El sandbox de Hamburgo demostró que el concepto “funciona en la práctica”, mientras Amberes–Brujas avanza de pilotos a preparación operativa de U-space. En paralelo, SESAR y otros programas de investigación catalogan los desafíos restantes: interoperabilidad de datos, ciberseguridad, modelos de negocio y quién paga las “carreteras digitales en el cielo”.

Fuera de Europa, los reguladores están haciendo movimientos pragmáticos. Las aprobaciones incrementales de la FAA para operaciones BVLOS de Zipline y Wing son precedentes de facto para escalar entregas suburbanas sin reformar toda la estructura regulatoria de una vez.
 

Fuera de Europa, las aprobaciones graduales de la FAA para BVLOS de Zipline y Wing son precedentes de facto para escalar las entregas suburbanas sin rehacer todo el armazón regulatorio a la vez.

 

Qué significa “bien” para el despliegue urbano

Entre estos ejemplos surgen tres patrones de diseño:

  • Empieza donde el valor sea evidente. La logística médica rompe barreras más rápido porque los beneficios son inmediatos y no controvertidos: diagnósticos más rápidos, menos tratamientos perdidos, menos presión sobre ambulancias y ferris. CAELUS y Medifly encarnan este enfoque y crean familiaridad pública y confianza que luego apoyan servicios más amplios.
  • Trata el cielo como infraestructura compartida. Amberes–Brujas y Hamburgo muestran que un U-space gestionado con geozonas claras, autorizaciones digitales y proveedores de servicio responsables reduce la fricción para los operadores y mantiene a las autoridades cómodas con la escala.
  • Integrar con el ecosistema de movilidad, no por encima de él. Las visiones más prometedoras conectan vertipuertos con metros, usan puertos como centros intermodales y enlazan rutas de drones con redes hospitalarias. Cuando los enlaces aéreos acortan viajes que son largos o frágiles en tierra, el valor público es más fácil de ver.

Qué puede salir mal… y cómo hacerlo bien

Las ciudades que consideren drones enfrentan cinco fricciones predecibles:

  1. Ruido y trayectorias de vuelo. Los eVTOL son más silenciosos que los helicópteros pero no silenciosos; sin corredores bien planificados y toques de queda, la paciencia pública se agota. (El trayecto olímpico de París recuerda que la licencia social y los plazos de certificación rara vez se alinean con momentos políticos.)
  2. Seguridad y responsabilidad. BVLOS y la autonomía exigen sistemas robustos de detección y evasión, ID remoto y responsabilidad clara. El U-space europeo proporciona el andamiaje; las ciudades aún deben planear dónde empieza el U-space, quién paga y cómo escalonarlo.
  3. Equidad. Si los taxis aéreos debutan solo como servicios premium, cabe esperar una reacción. Los programas que comienzan con bienes públicos (logística médica, respuesta de emergencia) construyen un apoyo más amplio.
  4. Diseño urbano. Vertipuertos, carga e indicaciones de tierra-a-cielo deben conectarse con el transporte público, no competir con él. Los primeros esfuerzos de integración de Dubái son instructivos.
  5. Datos y ciberseguridad. El U-space es un sistema digital; la resiliencia y la interoperabilidad no son opcionales. Los organismos de investigación europeos ya señalan brechas que las ciudades deberían planear ahora.

El horizonte cercano

Entonces, ¿qué podrían traer los próximos tres años? Es de esperar que más ciudades impulsen pilotos de taxis aéreos hacia servicios comerciales limitados. Dubái podría ser el primero con vuelos con ingresos a escala; la hoja de ruta metódica de Seúl sugiere un crecimiento duradero más adelante en la década; París probablemente pivotará del espectáculo parcial olímpico al trabajo constante de certificación; y puertos y regiones europeas se convertirán silenciosamente en los pilares de la normalidad de los drones.
 

La conversación ha pasado de “¿Los drones cambiarán las ciudades?” a “¿Cómo diseñamos ciudades para que los drones cambien las cosas correctas?”

Para los planificadores, la conclusión es simple: comienza con un valor público claro, construye el espacio aéreo digital como infraestructura cívica y mide lo que importa —tiempo ahorrado, emisiones evitadas, vidas mejoradas— para que el cielo urbano deje de ser una capa de novedad y se convierta en una vital.

 

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